Espectáculos en cartel
Sergio Blanco
BIO

Dramaturgo y director teatral franco-uruguayo, Sergio Blanco vivió su infancia y su adolescencia en Montevideo y reside actualmente en París. Luego de realizar estudios de Filología Clásica y de dirección teatral en la Comédie Française, ha decidido dedicarse por entero a la escritura y a la dirección teatral.
Sus piezas han sido distinguidas en reiteradas oportunidades con varios primeros premios, entre ellos, el Premio Nacional de Dramaturgia del Uruguay, el Premio de Dramaturgia de la Ciudad de Montevideo, el Premio del Fondo Nacional de Teatro, el Premio Florencio al Mejor Dramaturgo, el Premio Internacional Casa de las Américas y el Premio Theatre Awards al Mejor Texto en Grecia. En 2017 su pieza Tebas Land recibe el prestigioso premio británico Award Off West End en Londres y en el 2021 es distinguido una vez más en Londres con un Award Off West End como el Mejor Autor por su texto La ira de Narciso. En 2021 recibe el Premio Florencio a Mejor Actor por su interpretación en su conferencia autoficcional Memento mori.
Su obra entra al repertorio de la Comedia Nacional de Uruguay en 2003 y 2007 con sus piezas .45’ y Kiev y en 2022 con su pieza El salto de Darwin. Entre sus títulos más conocidos se destacan Slaughter, .45’, Kiev, Barbarie, Kassandra, El salto de Darwin, Tebas Land, Ostia, La ira de Narciso, Ebramido de Düsseldorf, Cuando pases sobre mi tumba, Cartografía de unadesaparición, Las flores del mal, Tráfico, Memento mori, Divina invención, Zoo y Tierra.
La mayoría de sus textos además de haber sido publicados y representados en su país de origen, han sido también traducidos a distintas lenguas y publicados en diferentes países. En los últimos años su teatro además de ser representado en su país de origen ha sido estrenado en Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Colombia, Venezuela, México, Cuba, Costa Rica, Bolivia, Perú, Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido, Alemania, Grecia, Italia, Luxemburgo, Portugal, Suiza, Letonia, Bélgica, Turquía, India, Japón, Australia y Corea de Sur.

Especializado en los sistemas de Escrituras Performáticas, ha dirigido en diferentes ciudades latinoamericanas y europeas múltiples talleres e investigaciones que culminan siempre en espectáculos, performances e intervenciones públicas de gran convocatoria como fue el caso de Escenas de Penitencias y Autopsias, 10 dramaturgos en la plaza pública, Louvre/Banlieue, África Street, Susurrantes y Campo Blanco junto a la fotógrafa uruguaya Matilde Campodónico.
Paralelamente a su trabajo de dramaturgo y director, Blanco desempeña una intensa actividad académica que lo ha llevado a dictar seminarios, cursos y conferencias en distintas instituciones universitarias y culturales de Europa, América Latina y Asia.
En 2013 es designado por la Universidad Carlos III de Madrid, Director Artístico del proyecto europeo Crossing Stages que reunió durante dos años diferentes universidades e instituciones artísticas de diferentes países europeos. Ese mismo año es invitado por la Comedia Nacional de Uruguay para dirigir el Primer Seminario de Dramaturgia Nacional y en el 2014 el Instituto Nacional de Artes Escénicas de Uruguay le confía la dirección de una investigación escénica que Blanco llevará a cabo durante todo un año con ocho investigadores y que girará en torno al tema de La Autoficción: decirse en escena.
En agosto de 2013 estrena Tebas Land, en 2015 Ostia, texto que es interpretado por él mismo junto a su hermana la actriz Roxana Blanco, y La ira de Narciso con la actuación del dramaturgo, director y actor Gabriel Calderón. En 2017 estrena su autoficción El bramido de Düsseldorf en Montevideo y en 2019 estrena Tráfico en Bogotá, Cuando pases sobre mi tumba en Montevideo y Memento mori en Barcelona.
En marzo de 2022 estrena en el Piccolo de Milán su pieza Zoo obteniendo el Premio al Mejor Espectáculo Extranjero y ese mismo año la Comedia Nacional de Uruguay estrena su texto El salto de Darwin. En diciembre de 2022 Blanco es distinguido en su país de origen con el Premio Morosoli de Plata por su Trayectoria y en agosto de 2023 recibe también en Uruguay el prestigioso Premio Alas por su aporte a la cultura uruguaya.
En noviembre del 2023 estrena en Montevideo su espectáculo Tierra.

En mayo de 2024 es distinguido en Atenas con el Premio Zoenadrama al Mejor Dramaturgo y en agosto de 2024 dirige en Londres su espectáculo Confesiones antes de dirigirlo en septiembre de ese mismo año en la Comedia Nacional de Uruguay. Ese mismo año su texto Kassandra es llevado a la ópera y estrenado en el Teatro Colón de Buenos Aires.
En estos últimos años sus espectáculos han recorrido los festivales internacionales delmundo entero y su teatro al ser puesto en escena en los cinco continentes lo convierten en unode los dramaturgos de la lengua española más representado de su tiempo.
CONFERENCIA AUTOFICCIONAL
Decidí designar este tipo de escritura con el término de conferencia autoficcional puesto que se trata de materiales en donde se cruzan dos modalidades retóricas opuestas que son la conferencia y la autoficción.
Debo reconocer que lo que más me atrae de todo este emprendimiento es la unión en un mismo soporte literario de dos modos discursivos que además de ser opuestos son también antagónicos: allí en donde la conferencia ha de responder a máximas de objetividad, claridad y precisión por medio de un discurso ordenado, la autoficción —que es mentir la verdad sobre uno mismo— será subjetiva, confusa y difusa a través de un discurso desordenado.
La conferencia autoficcional es por lo tanto el arte de reunir lo objetivo y lo subjetivo, lo público y lo íntimo. El resultado será siempre una palabra híbrida que tiene la prudencia de lo académico y la exaltación de lo artístico. En cierta forma se tratará de una palabra que sabe y que no sabe, es decir, una palabra que habilita el conocimiento y que al mismo tiempo lo suspende: una palabra que padece su saber y que goza de su ignorancia.
La unión de estos modos opuestos que se terminan fundiendo en una sola realidad literaria me resulta profundamente atractiva: siempre me atrajo lo híbrido, lo que no es una cosa ni otra, sino ambas a la vez. Lo he dicho en varias oportunidades: siempre me sentí cautivado por la belleza del centauro, que es caballo y humano al mismo tiempo.
Sergio Blanco
Divina invención o la celebración del amor
Siguiendo la línea de autoficción en la cual el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco viene incursionando desde hace ya algunos años, su texto Divina invención o la celebración del amor es un monólogo que es interpretado por el mismo autor en forma de conferencia.
Teniendo como único soporte escénico un escritorio y una proyección visual en donde irán sucediendo toda una serie de pinturas de Francis Bacon intervenidas por Philippe Koscheleff, el texto nos irá haciendo partícipes de una exposición sobre el amor.
A medida que la lectura irá avanzando, iremos descubriendo que lo que nos atrapa de este formato original que ha inventado Blanco y que designa con el término de conferencia autoficcional es que el mismo nos habla no solo del amor en sí, sino de la forma íntima en que su autor vive el amor experimentándolo desde el goce, la delectación y el placer, pero también padeciéndolo desde el tormento, el dolor y el sufrimiento. Esto es lo que hace que este texto no se limite al simple elogio del amor, sino que pueda abismarse en la celebración de esas zonas oscuras que hacen del mismo una experiencia atormentadora y abrumadora.
De esta forma Divina invención o la celebración del amor se irá construyendo como un texto en donde el asunto del amor se proyectará con total libertad hacia zonas inesperadas e imprevistas. Consultado sobre la temáticas del texto, Blanco ha explicado: “Si bien es cierto que, como lo profesa Lope, el amor es una ciencia que nos hace sabios también es cierto que nos conecta con nuestra parte más bestial. Los momentos de mi vida en que más me he acercado a lo animal fueron aquellos en los que he estado enamorado. De todos modos, más allá de que el amor esté entre la civilización y la barbarie, la sabiduría y la rudeza, lo humano y lo brutal, creo que es una experiencia sublime que siempre nos termina transformando”

Las flores del mal o la celebración de la violencia
Siguiendo la línea de autoficción en la cual el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco viene incursionando desde hace ya algunos años, su texto Las flores del mal o la celebración de la violencia es un monólogo que es interpretado por el mismo autor en forma de conferencia.
Teniendo como único soporte escénico una mesa alta, un banco, un atril y una proyección permanente del cuadro Sansón cegado por los filisteos de Rembrandt intervenida por el artista visual Miguel Grompone, el texto nos va haciendo partícipes de una exposición sobre la violencia y la literatura que impacta por su radicalidad y su singularidad.
A medida que la lectura irá avanzando, iremos descubriendo que lo que nos atrapa de este formato original que ha inventado Blanco y que designa con el término de conferencia autoficcional es que la misma nos habla no solo de la violencia y la literatura en sí, sino de la forma íntima en que su autor ha vivido la violencia literaria padeciéndola desde el sufrimiento y al mismo tiempo experimentándola desde el placer. Esto es lo que hace que este texto no se limite a la evidente condena de la violencia —que por supuesto la hay y con gran fervor—, sino que también pueda regodearse en la celebración de esa violencia literaria que busca la belleza en el mal.
De esta forma Las flores del mal o la celebración de la violencia se irá construyendo como un texto en donde el complejo asunto de la violencia desde el momento que es abordado desde lo literario escapa a la castradora moral para proyectarse con total libertad hacia lo poético.
Como lo explica Sergio Blanco en su conferencia: “La literatura sería entonces el lugar que la humanidad habría encontrado para hablar la violencia. Para decirla. Para relatarla. El espacioliterario habilitaría así la violencia por medio de su poetización”

Memento mori o la celebración de la muerte
Siguiendo la línea de autoficción en la cual el dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco viene incursionando desde hace ya algunos años, su texto Memento Mori o la celebración de la muerte es un monólogo que es interpretado por el mismo autor en forma de conferencia.
Teniendo como único soporte escénico un escritorio y una proyección visual en donde irán sucediendo toda una serie de fotografías de la célebre fotógrafa uruguaya Matilde Campodónico, el texto nos irá haciendo partícipes de una exposición sobre la muerte que impacta por su agudeza y su belleza.
A medida que la lectura irá avanzando, iremos descubriendo que lo que nos atrapa de este formato original que ha inventado Blanco y que designa con el término de conferencia autoficcional es que el mismo nos habla no solo de la muerte en sí, sino de la forma íntima en que su autor vive la muerte padeciéndola desde el dolor y el tormento y al mismo tiempo experimentándola desde el disfrute y la delectación. Esto es lo que hace que este texto no se limite a la previsible y confortable condena de la muerte, sino que pueda regodearse en la celebración de un fenómeno que, según su autor, es el que más nos conecta con la vida.
De esta forma Memento Mori o la celebración de la muerte se irá construyendo como un texto en donde la muerte es abordada con calma, levedad y con belleza, aproximándonos así a una idea apacible del morir. Como lo explica Blanco en su texto: “La muerte no destruye, sino que eterniza: nos eterniza. Al inscribirnos en un no tiempo, la muerte nos inscribe en una forma de eternidad. Nos saca del tiempo. Nos arranca del trayecto insoportable del devenir y de esta forma, la muerte al tocarnos nos hace inmortales: dejamos de ser responsables del presente para acceder a ese tiempo del no tiempo. Ese tiempo sin cronología. Sin sucesión. Ese tiempo sin orden. Sin números. Ese tiempo que abandona al tiempo. La muerte no nos termina, sino que nos comienza: seguramente es por eso mismo que aspiro a que mi cadáver sea el más bello del mundo”
